El “nonsense”… cuando vi por primera vez esta palabra no tenía ni idea de lo que era, y resulta que ya hablaba de ello Gloria Fuertes con su absurdo. Son cosas sin sentido, algo que les encanta a los niños pero que sin embargo para los adultos es raro pero hay que decir que superficialmente porque muchos, piensan en el nonsense dentro de sus cabezas.
Como dice el texto, “no es verdad todo lo que vemos o nos enseñan, ni imposible lo que no vemos ni comprendemos, pero para aceptar esto, hay que tener cierta imaginación” y dejarse llevar. Esto es precisamente lo que tienen los niños, mucha imaginación, mucha creatividad, pero muchos adultos se la frenan y ¿por qué?, si les apetece pintar un árbol rosa, ¿por qué les dicen que el árbol es verde? Pero si los niños lo saben de sobra, pero les gusta dejarse llevar por el absurdo. Seguramente que eso mismo lo hace un pintor famoso y todo el mundo dice que es un artista y que hay que ver que imaginación tiene. ¡Qué fuerte!
Los niños también saben que las puertas no vuelan, pero les gusta imaginarlo. Al igual que antes, si de repente una persona inventa que una puerta pueda volar, es un genio. ¡Hay cosas que no se entienden! En el mundo del nonsense, las ideas establecidas se tambalean.
El texto lo dice muy claro, “¿cabe más imaginación que el saber bucear en el inmenso océano de infinitas posibilidades de lo tenido por imposible?”
Es muy bonito ver reír a un niño cuando Mary Poppins mueve las narices y las camas se hacen solas, los juguetes se recogen y todo queda ordenado. Y digo yo, ¿cuántos adultos hemos soñado por chascar los dedos y que todo se recoja o que de repente nos traslademos? Pues muchos, asique el nonsense, el absurdo, es muy característico de los niños, pero también aunque mucho más tapado de los adultos.
Lo que pasa es que los niños son todo inocencia, y lo que piensen o sientan lo van a decir, ¡son geniales!, pero sin embargo el adulto tiene ese miedo a que le miren como a un ser extraño, normalmente cuando éste piensa en el nonsense o dice cosas absurdas, suele hacerlo en un contexto rodeado de humor, y así quedar tapado la seriedad.
No hay que tener miedo, imaginando se llega a muchos caminos, a crear nuevos inventos. Así lo hicieron nuestros antepasados y mira donde hemos llegado. Pues entonces, no frenemos a los niños esa imaginación y esas cantidades de “porqués” que se preguntan día a día. Son nuestro futuro y el mundo en el que vivimos es un completo nonsense.
Para terminar quería decir que tuve la oportunidad de crear una historia con mi primo de 4 años y salía completamente absurda, pero su cara era de felicidad y continuamente se reía, sabía perfectamente que no tenía sentido aquello, pero daba igual. Era muy divertido.
Perfecto.
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