miércoles, 25 de mayo de 2011

Leer sin saber leer

Al leer el título de este texto, “Leer sin saber leer”, lo primero que se me vino a la cabeza fue la manera en la que enseñan a los niños a leer. Lo vengo diciendo tiempo atrás, si queremos que los niños amen la lectura, el adulto tendrá que saber transmitir todo lo que hay detrás de ella.
Como dice el texto, “no es lo mismo enseñar a leer que aprender a leer” entiendo que aprender a leer es algo más profundo, lleva consigo una decodificación de símbolos alfabéticos, y la lectura es algo más que eso. Hay que decir que en la mayoría de los casos, es así lo que hacen en las escuelas, y debería transmitirse justamente lo que es la lectura para muchos adultos, un disfrute y un momento de descanso y ocio.
Si esto último no se trabaja en el aula, es normal que los niños no cuiden bien su material y no hagan suya su biblioteca de aula, porque no les dejan disfrutar de esos momentos mágicos, si no que hay una obligación a leer. A nadie nos gusta que nos obliguen a nada, es más, cuando nos obligan, aparece un rechazo hacia aquello que no nos gusta precisamente porque nos han dicho que hay que hacerlo sí o sí. Y ya no es sólo eso, sino que te obligan a hacer algo que es muy personal. ¡Hay cosas que no se entienden!
Probablemente porque mucha gente no tiene en cuenta a los niños como se debería.
La autora del texto dice y tiene mucha razón que “si los niños han aprendido que los libros se leen rodeados por brazos afectuosos, en medio de un ambiente cálido y reservado para un momento de comunicación especial, la biblioteca será el lugar más visitado y mejor cuidado”.
Para terminar, decir que para llevar a cabo todo esto, es necesario que la persona que este con los niños, sepa antes de nada que leer es disfrutar y no obligar, y que el espacio de la biblioteca es un lugar mágico. Si el adulto no lo ve así, mal vamos porque los niños aprenden por observación, y somos continuamente un modelo a seguir.
Como dice Irene Vasco: “Padres y madres, abuelos, madres sustitutas, maestros, médicos y enfermeros, psicólogos, religiosos, etc… son los agentes que tienen la responsabilidad de llevar de la mano a estos futuros ciudadanos”

martes, 24 de mayo de 2011

Sugerencias para padres sobre los niños pequeños y los libros.

El texto comienza diciendo que depende de la valoración que tengan los padres sobre la lectura, así la tendrán los hijos. Pues he de decir que no estoy muy de acuerdo en su totalidad con esa frase. ¿Nadie se ha parado a pensar que la lectura también se fomenta, o eso se pretende, en la escuela? Muchas de las familias no son profesionales de la educación como lo son los maestros/as, con lo cual no creo que toda la “culpa” la tengan ellos.
Si es cierto que si el niño se desarrolla en un ambiente donde es habitual la lectura, tienda más a que le gusten los libros, pero no siempre.
Es verdad que los adultos han convertido la lectura en una obligación para los niños, y habría que cambiarlo para recuperar el placer y el disfrute de los libros. Seguramente que la mayoría de los adultos que se leen un libro, no lo hacen de manera obligada, es más, escogen el que más les guste para pasar un momento de tranquilidad y ocio, entonces, ¿por qué se obliga a los niños a leer un libro determinado y luego encima a hacer una prueba sobre comprensión del texto? No se entiende nada, luego dicen que las nuevas generaciones no leen nada y que están todo el día con los ordenadores. ¡No me extraña! Se divierten más porque es más motivador y atrayente, pues entonces habrá que cambiar pequeños aspectos de la lectura para que también sea motivadora.
El texto dice que cada vez hay más padres jóvenes interesados por la educación de sus hijos y demandan orientación sobre libros recomendables. Está bien que poco a poco, la lectura vaya creando más interés, pero no sólo eso, sino en cómo transmitirla, ya que si las familias se interesan por libros que sean adecuados para los niños, será porque quieren lo mejor para ellos y romper con lo que se viene haciendo.
Estaría bien que en la escuela también fuese así porque no creo que la mayoría busque, analice o adapte libros para los niños. Si la escuela es un lugar de educación, ¿por qué no miran un poquito esa parte? Como ya he dicho antes, no solo las familias tienen todo el peso, la escuela también tiene que hacer algo.
Es importante no fijarse en los precios a la hora de ir a comprar un libro, quiero decir que no es lo primordial, hay que fijarse en la calidad que tengan los libros, y para ello sería conveniente que las familias tuviesen una guía desde la escuela. Aunque no hay que olvidar que todo esto es un mercado dinámico en el que se imponen las novedades frente a la reedición de títulos que fueron hitos en su momento, entonces si las familias no tienen ningún criterio que les guie, lógicamente se encaminarán a la novedad, que no quiere decir que sea un libro no adecuado, pero a lo mejor tampoco es perfecto.
Existen libros adecuados para todas las edades, por eso hay que observar si el libro es adecuado para el momento evolutivo en el que se encuentre el niño. Es importante respetar en todo momento el ritmo de maduración personal del niño.
Por ello este texto hace una diferenciación en cuanto a las edades de los niños sobre los libros que serían los recomendados o adecuados para su momento evolutivo, aunque yo diría que es orientativo. Conviene desde los 0 meses ponerse a leer con el niño, es decir, una narración con libro de regazo, para poder disfrutar de un momento de placer en el que el niño pueda ir familiarizándose con los libros. Éstos tienen que tener ilustraciones llenas de colorido, textos mínimos, físicamente seguros y de un tamaño manejable. Los más recomendables para la literatura infantil serían los álbumes de imágenes. Es importante que si el niño rompe el libro, no regañarle, sí que habrá que ir marcando poco a poco unas normas de cuidado de los libros, pero no es conveniente regañarles porque están en una etapa de plena exploración y manipulación de los libros. A los adultos también se les puede romper un libro y no pasa nada, eso que no están en una etapa de manipulación, pues entonces a los niños tampoco. Más o menos este tipo de libros sería hasta los 18 meses. A partir de ahí, los libros pueden ser más complejos, pero sin olvidar que tienen que corresponder con el momento evolutivo del niño y que tienen que ser de su interés, asique no les leamos esos libros de recopilación de cuentos. Da igual que no sepan leer, para eso está el adulto, para guiarle y ayudarle, hay que recordar que para eso están los álbumes de imágenes, porque así el niño si no sabe leer podrá seguir la historia.
Para las escuelas es muy importante tener una biblioteca de aula, porque es ahí donde se podrá llevar a cabo todo lo que vengo diciendo. A partir de la experiencia que tuve al realizar la biblioteca, pude ver que es muy importante que sea un buen rincón de lectura y no cualquier cosa con cuatro libros. Es un espacio donde los niños pueden disfrutar de la lectura.
Por último decir que los libros tienen que tratar varios temas, los miedos, celos, alegría… todo tipo de sentimientos y de situaciones que pueden vivir los niños y que les pueden ayudar a través de las historias de los libros, ya que para ellos, sobre todo en infantil, no es fácil canalizar los sentimientos.
Todo esto es importante que lo conozcan las familias para poder guiarles en la lectura y familiarización de los libros como disfrute y no como obligación.

lunes, 23 de mayo de 2011

El nonsense

El “nonsense”… cuando vi por primera vez esta palabra no tenía ni idea de lo que era, y resulta que ya hablaba de ello Gloria Fuertes con su absurdo. Son cosas sin sentido, algo que les encanta a los niños pero que sin embargo para los adultos es raro pero hay que decir que superficialmente porque muchos, piensan en el nonsense dentro de sus cabezas.
Como dice el texto, “no es verdad todo lo que vemos o nos enseñan, ni imposible lo que no vemos ni comprendemos, pero para aceptar esto, hay que tener cierta imaginación” y dejarse llevar. Esto es precisamente lo que tienen los niños, mucha imaginación, mucha creatividad, pero muchos adultos se la frenan y ¿por qué?, si les apetece pintar un árbol rosa, ¿por qué les dicen que el árbol es verde? Pero si los niños lo saben de sobra, pero les gusta dejarse llevar por el absurdo. Seguramente que eso mismo lo hace un pintor famoso y todo el mundo dice que es un artista y que hay que ver que imaginación tiene. ¡Qué fuerte!
Los niños también saben que las puertas no vuelan, pero les gusta imaginarlo. Al igual que antes, si de repente una persona inventa que una puerta pueda volar, es un genio. ¡Hay cosas que no se entienden! En el mundo del nonsense, las ideas establecidas se tambalean.
El texto lo dice muy claro, “¿cabe más imaginación que el saber bucear en el inmenso océano de infinitas posibilidades de lo tenido por imposible?”
Es muy bonito ver reír a un niño cuando Mary Poppins mueve las narices y las camas se hacen solas, los juguetes se recogen y todo queda ordenado. Y digo yo, ¿cuántos adultos hemos soñado por chascar los dedos y que todo se recoja o que de repente nos traslademos? Pues muchos, asique el nonsense, el absurdo, es muy característico de los niños, pero también aunque mucho más tapado de los adultos.
Lo que pasa es que los niños son todo inocencia, y lo que piensen o sientan lo van a decir, ¡son geniales!, pero sin embargo el adulto tiene ese miedo a que le miren como a un ser extraño, normalmente cuando éste piensa en el nonsense o dice cosas absurdas, suele hacerlo en un contexto rodeado de humor, y así quedar tapado la seriedad.
No hay que tener miedo, imaginando se llega a muchos caminos, a crear nuevos inventos. Así lo hicieron nuestros antepasados y mira donde hemos llegado. Pues entonces, no frenemos a los niños esa imaginación y esas cantidades de “porqués” que se preguntan día a día. Son nuestro futuro y el mundo en el que vivimos es un completo nonsense.
Para terminar quería decir que tuve la oportunidad de crear una historia con mi primo de 4 años y salía completamente absurda, pero su cara era de felicidad y continuamente se reía, sabía perfectamente que no tenía sentido aquello, pero daba igual. Era muy divertido.

viernes, 20 de mayo de 2011

Reflexión

La realización de la biblioteca de aula me ha aportado bastante para cuando en un futuro tenga que hacerlo en mi aula. De las pocas bibliotecas que he visto por internet o cuando hemos estado de prácticas, da pena que dediquen un hueco enano para la biblioteca, cuando debería ser un espacio amplio y de disfrute de los niños. A todos nos gusta estar cómodos mientras leemos, pues entonces ¿por qué no lo tienen en cuenta en las aulas? Así no se va a atraer al niño para que se interese por la lectura.
Al principio no sabía muy bien como se me iba a dar porque nunca había hecho algo así, pero bueno siempre hay una primera vez y estoy muy contenta con el resultado. Mucha gente puede pensar que es algo fácil, se ponen cuatro estanterías y un par de libros, ya está. Si alguien que lo hace así, sobresaldrá su poco interés y su mínima mirada hacia los niños, cuando son los protagonistas.
Considero que es muy importante la existencia de la biblioteca en el aula pero desde el primer ciclo de infantil. Como he leído por sitios de internet, hay gente que dice que con 4 años, todavía son pequeños como para tener una biblioteca, con lo cual quiere decir que este tipo de gente ve la biblioteca como una zona de seriedad, estudio y comprensión de lo que se lee. Asique eso no sirve, porque un rincón de lectura no es eso, es como digo siempre un lugar de disfrute, nada más. ¿Tan complicado es? Pues parece que si…
Hay que cambiar el concepto que se tiene de biblioteca y sobre todo habría que hacerlo con las familias, bueno y me atrevería a decir que con algunos maestros, que en vez de tener vocación, están por estar.
Desde mi experiencia personal, creo que cuando era pequeña, me hicieron aborrecer los libros, porque los veía como pesadillas que tenías que leer sí o sí aunque no te gustase porque te lo iban a preguntar, a si que no pude disfrutar de los libros no tampoco de las bibliotecas, porque lo veía como algo aburridísimo porque estaba lleno de libros. Ahora me he dado cuenta de lo importante que es no transmitir eso a los niños, porque luego casi siempre se arrastra.
Aunque no haya podido disfrutar de los cuentos como me hubiese gustado y de un rincón mágico para leer, si lo voy a hacer de maestra porque estaré disfrutando con mis alumnos de un rato especial.

jueves, 19 de mayo de 2011

BIBLIOTECA DE AULA.

1.       INTRODUCCIÓN

Las bibliotecas de aula están constituidas por un conjunto de libros literarios y curriculares (para la búsqueda de información sobre los proyectos). También podrían incluirse revistas y demás materiales para los alumnos y alumnas del aula en concreto. Deben estar permanentemente a su alcance siendo apropiados para su desarrollo evolutivo teniendo en cuenta sus intereses.
Es importante saber que las bibliotecas de aula son dinámicas, ya que el material puede está en permanente cambio y renovación.
Como hemos dicho anteriormente, al estar a su alcance, los libros podrán usarlos diariamente cada vez que ellos lo necesiten bien para consultas, por el simple disfrute o incluso para poder sacarlo del aula y compartirlo con las familias.
Aunque exista una biblioteca en aula, no quiere decir que no haya biblioteca en el centro y que con la existencia de la anterior, ésta no se utilice.

Nos parece importante poder contar con una biblioteca de aula porque:
o   Ayuda a los alumnos a realizar investigaciones sobre el proyecto a realizar.
o   Facilita  el interés por la lectura y se familiarizan con los libros.
o   Potencia la libre elección ya que al haber diversidad de materiales el alumno/a tiene la posibilidad de elegir aquel libro que más le guste y que más se adapte a su ritmo de aprendizaje.
o   Es una herramienta que potencia el lenguaje oral y escrito.
o   Fomenta la participación, comunicación y el diálogo en el grupo-clase. Además potencia las relaciones entre ellos.
o   Al ser los alumnos quienes mantienen la biblioteca de aula, siendo ellos los protagonistas, se fomenta el cuidado y respeto por el material.
o   Al haber diversidad de materiales, tienen la posibilidad de acceder a diferentes fuentes de información.
o   Acerca a los alumnos el interés por lo artístico.
o   Fomenta la creatividad.
o   Permite al alumno/a disfrutar con esta actividad de ocio.

2.       SITUACIÓN EN EL AULA.
El aula de infantil que hemos elegido para situar la biblioteca de aula pertenece al colegio público José Saramago de Rivas Vaciamadrid. La clase es del segundo ciclo de infantil de 4 años.

2.1   Justificación.
Nos ha resultado un poco difícil situar la nueva biblioteca en el aula ya que ésta es bastante pequeña y queríamos que fuera un lugar amplio en el que los niños pudiesen disfrutar. Por ello hemos cambiado la ubicación de la biblioteca existente en el aula porque creemos que estaba en un rincón poco iluminado y poco atrayente para acudir a ese lugar en el que deben estar a gusto.
Con lo cual hemos decidido situarla debajo del ventanal, para que estuviese bien iluminada teniendo la posibilidad de que la luz sea natural. Además ese espacio para el aula nos parece más amplio que el otro en el que se encontraba. La biblioteca de aula se encuentra al lado de la asamblea porque consideramos que son dos espacios de referencia en la etapa de Infantil.

3.       DISEÑO
El nombre de nuestro rincón de biblioteca es: “El baúl mágico de los cuentos” pero los niños cuando lleguen el primer día al aula y les hayamos presentado la biblioteca, podrán cambiar si quieren el nombre de ésta.
La prioridad por la que hemos escogido el mobiliario para la biblioteca, está más enfocado a su funcionalidad que a la estética, aunque ésta también es importante.


Estos expositores los hemos escogido porque queríamos que los niños tuvieran la posibilidad de poder ver los libros de cara ya que consideramos que esto les facilitará a la hora de elegir el libro que les apetezca en ese momento y de esta manera llamará más su atención.
Como no tenemos el espacio que quisiéramos, y aunque nos gustaría que las estanterías fueran más amplias para que se vieran los libros de uno en uno, hemos tenido que escoger este tipo de mueble que les permiten ver los libros de cara pero nos da la posibilidad como maestras de ampliar los libros de nuestra biblioteca ya que están colocados unos detrás de otros. Es obvio que los muebles son de su altura.
Para que sea un espacio más cómodo y acogedor, pondríamos un suelo almohadillado a modo de puzle (éste también les permite jugar con ello). También tendrán a su disposición cojines de diferentes colores y tamaños para tumbarse o sentarse en ellos si les apetece mientras que disfrutan de su lectura.
Del techo colgará una cortina que se sujetará en la pared por los lados como si estuviesen en una especie de cabaña para hacer más acogedora la ambientación y crear un espacio mágico. Los niños podrán decidir sobre lo que quieren colgar en el techo que haga referencia con el nombre de la biblioteca, porque como hemos dicho anteriormente, tendrán la posibilidad de cambiarla el nombre como lo deseen. La ambientación se cambiará cada mes y se decidirá con los niños, ya que como es su espacio, deben decorarlo como ellos quieran.

4.       CONTENIDO
Nuestros libros se dividen en: literarios (60%), curriculares (20%, de los cuales un 10% serán de fondo de biblioteca porque van a estar siempre y el otro 10% los que se utilizarán para trabajar los proyectos que no estarán permanentemente), catálogos, revistas… (10%), libros utilizados por el profesor para y con los niños (5%) y libros creados por ellos (5%).
Los libros literarios serán:
o   Buenos días, Señor Hoy: Ana Rossetti y Jorge Artajo. Kókinos.
o   Mi casa azul: Alain Serres y Edmée Cannard. Kókinos.
o   Elenita: Campbell Geeslin y Ana Juan. Kókinos.
o   Había una vez una casa: Dagmar Urbánková. Kókinos.
o   ¿Quien anda ahí?: Emilio Urberuaga. Kókinos.
o   Un libro: Hervé Tullet. Kókinos.
o   Inés del revés: Anita Jeram. Kókinos.
o   El secreto: Eric Battut. Kókinos.
o   De verdad que no podía: Gabriela Keselman y Noemí Villamuza. Kókinos.
o   No te vayas: Gabriela Keselman y Gabriela Rubio. Kókinos.
o   ¿No duermes, Osito?: Martin Waddell y Barbara Firth. Kókinos.
o   Enamorados: Rébecca Dautremer. Kókinos.
o   Todos sois mis favoritos: Sam McBratney y Anita Jeram. Kókinos.

o   Adivina cuanto te quiero: Sam McBratney y Anita Jeram. Kókinos.

o   Regaliz: Sylvia van Ommen. Kókinos.
o   Kirikú y la bruja: Michel Ocelot. Kókinos.
o   Pomelo crece: Ramona Bâdescu y Benjamín Chaud. Kókinos.
o   Un culete independiente. Jose Luis Cortés. Barco de vapor, piratas.
o   El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza. Werner Holzwarth, Wolf Erlbruch. Alfaguara.
o   ¿A qué sabe la luna? Michael Grejniec. Kalandraka.
o   Ser princesa no es un cuento. Irune Labajo, Gábor Gayá. Soloaquelque. 2010.
o   El hombre de la flor. Mark Ludy.
o   Cuéntame otra vez la noche que nací. Jaime Lee Curtis, Laura Conell. Serres.
o   Buenos días señor hoy. Ana Rossetti, Jorge Artajo. Kókinos.
o   Orejas de mariposa. Luisa Aguilar, André Neves. Kalandraka.
o   Ni un besito a la fuerza. Marion Mebes, Lydia. Mayte canal.
o   Cuando mi gato era pequeño. Gilles Bachelet. Molino.
o   Mi miel mi dulzura. Michel Piquemal, Éladie Nouhen. Edelvives.
o   Osito y su abuelo. Miguel Gray, Vanessa Cabban. Timun mas.
o   Besos besos. Selma Mandine. Miau, jaguar.
o   Cuentos silenciosos. Benjamín Lacombe. Edelvives.
o   Amelia quiere un perro. Tim Bauley, André Neves. Kalandraka.
o   ¡Julieta estate quieta! Rosemary Wells. Alfaguara infantil.
o   Tú y yo, osito. Martín Waddell, Barbara Firth. Kókinos.
o   La ola. Bárbara Fiore. Editorial Suzy Lee.
o   ¿Qué hace falta? Gianni rodari, Silvia Bonanni. Kalandraka.
o   Un bicho extraño. Mou Daporta, Oscar Villán. Editorial Factoría K de libros.
o   El punto. Peter H. Reinolds. Serres.
o   El lobito caperucito. Laurence Anholt , ilustrado por Arthur Robins. Editorial Altea.
o   Ayudemos a Blancanieves. Rocío Antón, Lola Núñez. Ilustraciones María Ruis. SM infantil.
o   Jaime y las bellotas. Tim Bowley. Kalandraka.
o   Háblame. Marco Berrettoni Carrara, Chiara Carrer. Kalandraka.
o   Yo no he sido. Chistian Voltz. Kalandraka.

5.       DINAMIZACIÓN
Antes de decir cómo vamos a gestionar nuestra biblioteca de aula, creemos primeramente importante hablar de cómo vamos a dar a conocer los libros a los niños y a las familias.
Para los niños, el primer día que lleguen al aula, se encontrarán una caja cerrada muy grande y bien decorada por la maestra la cual tendrán que abrir para encontrarse todos los libros que pueden tener a su disposición. Cuando los veas serán ellos mismos los que decidan clasificarlos a su manera, fomentaremos así la toma de decisiones, el consenso entre ellos, la cooperación e interrelación e individualmente la autonomía personal.
En el caso de las familias, habrá un día de puertas abiertas al aula donde se les explicará el funcionamiento de la biblioteca y los libros de los que pueden disfrutar los niños. También se les comentará que haremos talleres y actividades de creación en las que en algunos casos tendrán que participar con los niños, bien en el aula o en sus casas. Fomentaremos así la cooperación de las familias ya que es muy importante en un centro.
Se realizarán talleres de creación literaria tanto de prosa como de verso para exponerlos en la biblioteca de aula y así hacer suya y sentirse protagonistas de ésta. Además se llevará a cabo un libro viajero con el que se ampliará la participación de las familias. Ambos libros se darán a conocer entre los compañeros.
El maestro utilizará como estrategias para transmitir la literatura a los niños tanto el cuentacuentos y la narración con libro como la lectura.
Visita a la biblioteca “La mar de letras”, por un lado podrán conocer cuentos distintos y por otro tendrán la oportunidad de escuchar un cuentacuentos.


6.       GESTIÓN
Para llevar a cabo la utilización de la biblioteca habrá diferentes momentos.
Antes de comentarlos, decir que el niño en todo momento tiene que sentirse protagonista de su biblioteca y hacerla suya.
·         Cuando se dé a conocer la biblioteca, entre todos los alumnos consensuaran una serie de normas para el cuidado de los libros y respeto de los compañeros.
·         En cuanto al cuidado de los libros, habrá una caja que decorarán ellos llamada “Sanatorio de los libros” y ahí estarán todos los libros que se hayan estropeado para que lo arreglen los niños o si no pueden la maestra.
·         Cada semana habrá un responsable en la biblioteca que se encargará de que todo funcione correctamente. Los alumnos irán rotando. De esta manera se fomenta el cuidado de la biblioteca y la pertenencia.
·         Los niños tendrán 20 minutos de lectura diaria. Podrán elegir el libro que más les apetezca, fomentando así la libre elección.
·         Los niños tendrán la posibilidad de llevarse a casa el fin de semana los libros que ellos quieran, previamente habiéndose hecho un carnet personalizado de la manera que deseen para ir conociendo el proceso el proceso que se lleva en una biblioteca pública. Después de haber podido ver y leer ese cuento que hayan elegido, junto con su familia, al llegar al aula valorarán el cuento con diferentes gomets de colores. (Rojo si no les ha gustado, verde si les ha gustado y azul si no les ha hecho mucha gracia). De esta manera los compañeros podrán observar cuales son los cuentos que más gustan entre ellos.
La maestra fotocopiará las portadas de los libros de la biblioteca de aula y las recopilará en una “carpeta de forros” para que cuando los niños elijan el libro que quieran llevarse a casa, metan su carnet de biblioteca dentro del forro por  si hay otro compañero que quiere ese mismo cuento, sepa quién lo tiene para poder pedírselo cuando lo termine.

FUENTES DE INFORMACIÓN:
Libros llevados a clase por la profesora.
Biblioteca de Marta Fernández y Lorena Arribas


Reflexión.

Bueno… esta es mi última reflexión de los bloques… ¡haya voy!
A pesar de ser un bloque muy cortito, creo que es muy práctico para nuestro futuro en el aula porque una de las cosas que más vamos a hacer es contar o leer cuentos. Antes de seguir, ya que ha salido eso se contar o leer cuentos, decir que hay que utilizar las palabras correctas para la acción que vayamos a desarrollar. Si vamos a hacer lectura diremos leer y si vamos a hacer un cuentacuentos o narración con libro, diremos contar. Aunque a lo mejor puede parecer que es algo que no tiene importancia, si la tiene.  ¿A qué no decimos voy a beber agua y vamos a comer? Pues esto es lo mismo, y con los niños más porque somos un modelo para ellos, nos imitan constantemente. Luego no vale decir que “es que fíjate el niño, no utiliza bien las palabras con lo que va a hacer y que gracioso es”, o mucho peor, regañarles. ¡No!
¿Verdad que nadie nos regaña si nos confundimos de palabra? Pues a ellos igual.
De las tres maneras, conocía sólo dos, el cuentacuentos y la lectura. Sabía que se hacía narración con libro pero no pensé que era en sí una manera de transmisión. Bueno digo las conocía pero muy por encima.
En mi futuro utilizaré todas ellas, aunque dependerá del ciclo en el que esté. La lectura va más dirigida al segundo ciclo, pero no quiere decir que les tengamos que hacer preguntas con el objetivo de ver si lo han comprendido. ¡No estamos haciendo un examen! Si ya desde pequeños les transmitimos a los niños que lo que nos importa es el resultado, no sirve, porque además, sea en infantil, primaria, secundaria… importa cómo se vaya desarrollando el alumno a lo largo de todo su aprendizaje, no darle todo el valor a un simple número. Los niños tienen que disfrutar con lo que les contamos, con lo cual sería conveniente descubrir que han sentido. Dudo que esto se lleve a cabo en las aulas y es una pena porque los niños deben expresan lo que sienten y la maestra enseñarles a canalizar esas emociones, para ellos no es algo fácil.
La narración con libro es una estrategia muy divertida si le sacas partido. Se pueden hacer cantidad de cosas, asique pongamos un poquito de nuestra parte para sacar esa sonrisa tan bonita de los niños y esas caras de alucinación. ¡Son geniales!
Los cuentacuentos son muy divertidos siempre y cuando la maestra se implique, porque si no, pueden llegar a ser un tostón. Es importante, como vengo diciendo, hacer que los niños pasan un buen momento, pero también la maestra tiene que disfrutar haciéndolo. Contar un cuento no es, como mucha gente piensa, sencillo. Tampoco es que sea complicadísimo pero sí que hay que llevar a cabo una previa preparación. Asique eso que se suele oír de “ser profesora de infantil es muy fácil, todo el día dibujando y contando cuentos”, en parte sí es así en cuanto a las acciones, pero que sea fácil y que dé la impresión de que sólo se hace eso y nada más, no es así.
Ser maestra de infantil implica muchas cosas, la más importante, la vocación y el respeto hacia los niños. Hay que dejarles libertad de pensamiento y libertad de movimiento.

Os alarmáis viéndole consumir sus primeros años sin hacer nada. ¡Cómo! ¿No es nada ser dichoso? ¿No es nada saltar, jugar, correr todo el día? En su vida estará tan ocupado” Rousseau.

Actividad final: adaptación del cuento "Toda clase de pieles"

LA FUERZA DE MAYÚ
Había una vez una tribu que vivía en la selva africana llamada “Los Yogui”. Una de las familias de la tribu tenía un niño que se llamaba Mayú. Vivía feliz con sus padres rodeado de todo lo que le gustaba: los árboles, las flores, los animales, sus amigos…
Su abuelo era el jefe de la tribu de “Los Yogui” y Mayú era su único nieto, así que decidió regalarle el día de su cumpleaños tres amuletos para que le protegieran a lo largo de su vida.  Uno de ellos era un diente de cocodrilo que consiguió su abuelo después de luchar contra él y ganarle la batalla, otro era una pluma que le quitó al águila que cazó para poder comer y el último, y el que más le costó arrancar, fue una garra de león.
Mayú estaba muy contento con sus amuletos, pensó en buscar algo para atárselos al cuello. Decidió ir a pasear por la selva para ver si encontraba un junco, y así fue, lo arrancó y se lo llevó a su cabaña. Se sentó en su cama y se colgó los amuletos. Mientras su madre hacía la cena y esperaban que regresara su padre de trabajar, Mayú le enseñaba cómo había quedado su collar. ¡Era precioso!
Charlaban animadamente cuando el viento comenzó a soplar muy muy fuerte haciendo ruidos que le daban miedo a Mayú. Su madre le tranquilizaba, le acariciaba la cabeza, le abrazaba y de pronto… ¡un trueno fortísimo sonó fuera! Empezó a llover y llover, le dio tanto miedo que se escondió debajo de su cama, se tapó con su manta y empezó a pintar en su tabla de madera para tranquilizarse.
La tormenta no paraba, cada vez era más fuerte. De repente, ¡un rayó cayó en su cabaña! Mayú tenía mucho miedo y estaba muy asustado, no sabía qué hacer y cogió lo primero que se le cruzó en su camino, una cuerda, junto con su manta y su tabla de madera para salir corriendo hacia la selva.
Deambuló durante toda la noche, perdido y cansado se quedó dormido al cobijo de un árbol gigante. A la mañana siguiente le despertaron unas risas, alguien le estaba haciendo cosquillas en los pies. Tres niños que no eran de su tribu pero se parecían a él, jugaban a despertarle.
-          ¿Quién eres?- preguntó uno de los niños llamado Urco.
-          Soy Mayú, de la tribu de los Yoguis.
-          ¿Y qué haces aquí?- preguntó Xilo.
-          Me he perdido, ayer una tormenta me asustó tanto que salí corriendo de mi cabaña.
-          ¿Quieres venir con nosotros a nuestra tribu?- preguntó el más pequeño, llamado Fami.
-          ¡Sí! Tengo hambre. ¿Qué tribu sois?
-          Nosotros tres somos hermanos, pertenecemos a la tribu de “Los Baroro” y nuestro padre es el jefe. -dijo Urco.
-          ¡Pues vamos Mayú! No perdamos tiempo- gritó Xilo.
Caminaron por la selva hacia el río mientras cantaban y saltaban. Cuando vieron sus cabañas, Fami salió corriendo para contarle a su padre que venía Mayú a vivir con ellos. El jefe les fue a recibir, tenía curiosidad por conocer a Mayú, el nuevo amigo de sus hijos, que con el tiempo pasaría a convertirse en un hermano más.
Toda la tribu le dio la bienvenida y le prepararon una gran fiesta con juegos, comida, música y baile.
El tiempo iba pasando y Mayú crecía junto a sus hermanos Urco, Xilo y Fami. Se llevaban bien, se divertían juntos, nadaban en el rio, llevaban flores a las chicas y vivían felices.
Un día de primavera, el padre y jefe de los Baroro enfermó. Reunió a sus cuatro hijos y les dijo:
-          Hijos míos, yo no puedo seguir siendo el jefe y como no soy capaz de decidir cuál de vosotros debería ser, haréis tres pruebas que decidirán quién será el nuevo jefe. Mañana al amanecer sabréis cuales serán. ¡Suerte a los cuatro!
Los hermanos se fueron a descansar, mañana les esperaba un día duro.
Al amanecer todo estaba listo. La primera prueba consistía en hacer una cabaña lo más cómoda posible para el cobijo de una persona. Los cuatro empezaron cortando ramas y colocándolas en forma de pirámide. Las cuatro cabañas quedaron exactamente iguales, pero a Mayú se le ocurrió una idea, corrió y volvió con su manta. La colocó en el suelo de su cabaña para hacerla más cómoda y poder dormir a gusto.
Los Baroro decidieron que la prueba la había ganado Mayú. Urco, Xilo y Fami se quedaron tristes pero con ganas de ganar en la segunda.
La segunda prueba consistía en dibujar en la tierra los caminos que llevan al río. Los cuatro lo hicieron muy bien, pero un golpe de viento levantó la arena y borró sus dibujos. Iban a suspender esa prueba pero Mayú gritó:
-          ¡Un momento! ¡Tengo la solución y nunca se borrará!
Fue a por su tabla de madera y con un palo del fuego de las brasas dibujó en ella los caminos hacía el río. La tribu aplaudió con fuerza y volvió a ganar. Urco, Xilo y Fami estaban muy sorprendidos por lo que se le había ocurrido a su hermano.
La tercera y última prueba consistía en trepar un árbol y volver a bajar, el más rápido ganaría. Antes de comenzar la prueba, Mayú pidió permiso para ir a por uno de sus objetos. Cuando estaban los cuatro preparados y al grito de ¡ahora!, comenzaron a trepar cada uno en un árbol. Cuando llegaron arriba, Urco, Xilo y Fami comenzaron a bajar por el tronco con cuidado, mientras que Mayú, ató su cuerda a una rama y se deslizo por ella. Llegó el primero.
Recibió un gran aplauso por parte de toda la tribu Baroro, el jefe le proclamó nuevo jefe de la tribu. Mayú estaba muy contento pero no se olvidó de sus hermanos.
-          Urco, acércate. Eres un gran hermano para mí, y por eso quiero entregarte uno de mis amuletos: el diente de cocodrilo, porque representa tu fuerza y tu rapidez nadando.
-          Gracias hermano Mayú.- dijo Urco.
-          Xilo, acércate. Eres un gran hermano para mí, y por eso quiero entregarte otro de mis amuletos: la garra del león, porque representa tu valentía.
-          Gracias hermano Mayú.- dijo Xilo.
-          Fami, acércate. Eres un gran hermano para mí, y por eso quiero entregarte el último de mis amuletos: la pluma de águila, porque representa tu agilidad y tu rapidez cuando corres.
-          Gracias hermano Mayú.- dijo Fami.
-          Me comprometo a ser un buen jefe para todos.- dijo Mayú.
La tribu de los Baroro ya tenía un nuevo jefe que por primera vez provenía de otra tribu, los Yogui.