domingo, 15 de mayo de 2011

Continuación 2 de literatura folclórica

Para situarnos un poco, voy a contar la historia de la literatura folclórica. Es importante conocer que no podemos saber si los cuentos son españoles porque como vengo diciendo, una de las principales características de esta literatura es que van pasando de boca en boca, con lo cual nunca se podrá saber cual es el origen de estos cuentos.
La primera persona en la que tenemos que fijarnos para comenzar a hablar de la historia de la literatura floclórica es Perrault, siglo XVIII en Francia. Era un pedagogo que contaba cuentos moralizantes a Luis XIV (rey Sol) para entretenerle. a partir de aquí se pusieron de moda en Francia estos cuentos. Es curioso saber que se dieron a conocer este tipo de historias porque les gustasen al rey, ya que antes no era muy conocidas.
No hay que olvidar que Perrault no es autor, si no que recoge las historias y las reescribe, las adapta con el objetivo de convertirlas en historias moralizantes. Se dedico a recoger más historias inspirándose en diferentes fuentes: historias que contaba la nodriza, cuentos de Giambattista Basila, narraciones de Boccaccio y leyendas celtas. Al pensar que una de las fuentes en que se inspiro fue en las historias de la nodriza, te hace recordar en tu infancia cuando te contaban historietas, nanas, juegos de palmas… Cuando te vas haciendo más mayor, piensas “¡joe, qué capacidad de inventiba!” pero lo que no sabes es que son de mucho tiempo atrás pero adaptadas.
Perrault publicó “Contes de fées”. Además de adaptar los cuentos, añadía sus propias moralejas como por ejemplo en el de Caperucita, donde las chicas jóvenes tienen que tener cuidado.
Además de Perrault, hay otras personas que también hacen lo mismo como Rousseau, fábulas de La Fontaine, Madame Leprince de Beaumont (La Bella y la Bestia) y Armand Berquin (El lobo blanco).
En esta misma época surge en Inglaterra la primera librería dedicada a niños y jóvenes donde también editaban libros (John Newberry). ¡Es todo un detalle que tuviesen en cuenta a los niños!, además surgió para ellos la primera revista “The liliputian magazine”. Me parece importante que hubiese una revista para los niños porque es otra manera de disfrute, información y ocio que podían tener a parte de la literatura y todo lo que conlleva. De hecho hoy día la revista es uno de los principales medios de comunicación y diversión.
En este siglo (XVIII), en España, Iriarte crea fábulas destinadas a burlarse de los malos poetas, con lo cual no eran infantiles y además no se ceñía a las normas básicas literarias. Samaniego también creó fábulas morales que se las encargaban el seminario de nobles. Tenían carácter didáctico y moralizante, tampoco eran infantiles.
A lo único que accedían los niños en esa época eran los Aleluyas, unas hojas donde aparecían vidas de santos con viñetas.
Viendo lo positivo de esto, parece que sí había interes por los niños al haber viñetas en las hojas, ya que así si no sabías leer, te podías guiar por los dibujos. En cuanto a las fábulas, ya lo dije anteriormente, no son infantiles, habría que concienciar a parte de la sociedad que sí cree que son infantiles, pero a los niños no les interesan esos temas, no corresponden con su momento evolutivo.
Para finalizar con el siglo XVIII, decir que muchas de las historias ya se parecían a algunos de los mitos clásicos como el de Cupido y Psique.
A principios del siglo XIX, hay un movimiento cultural, ideológico, artístico y político que se pone de moda en toda Europa pero que nace en Alemania: el Romanticismo. Lo que va a influir bastante en la literatura es la vertiente política. Los románticos eran liberales, revolucionarios y nacionalistas. Unos de los recopiladores que vivierón en esta época en Alemania y que van a influir mucho son los hermanos Grimm.
En primer lugar crearon un diccionario de aleman por aquello de ensalzar y proteger lo aleman, y en segundo lugar, uno de los editores les propuso hacer una antología de los cuentos folclóricos alemanes con intención conservacionista ya que eran parte de la cultura alemana al ser contados por el pueblo.
Es interesante la idea de recoger los cuentos para no perder una de las muchas esencias de una cultura, lo que pasa es que los cuentos folclóricos, no se sabe de donde proceden… Esto les paso a los hermanos Grimm pero ya lo contaré más adelante.
Consiguieron reunir muchos e hicieron un libro “Cuentos del niño y del hogar”. Los del hogar solían ser familiares y los del niño cuentos de fórmula. Son cuentos que no están adaptados, simplemente se dedicaron a redactar mejor las historias. Es gracioso que a pesar de que lo folclórico no es infantil, el libro se llame cuentos del niño y del hogar. Aunque en realidad en esa época, no se sabía mucho sobre el desarrollo evolutivo de los niños, pero hoy sí es importante saberlo.
Este libro se vendió muy rápido, una de las causas fue que en este siglo ya empezaban a haber escuelas (para la gente rica) y los profesores necesitaban libros para el aula. Al ser una literatura fácil, era un buen recurso.
Se acabó una primera edición y sacaron la segunda. Más tarde la tercera, en ésta última, los cuentos ya estaban modificados porque empezaron a llegar cartas del pueblo, generalmente de clase alta, diciendo que esas historias no eran muy adecuadas para los niños. En un principio los Grimm no quisieron hacer adaptación porque era algo de la cultura alemana pero al final cedieron. Un ejemplo es el cuento de Hansel y Gretel, donde en la primera edición es la madre quien les hecha de casa y en la tercera edición es la madrasta. De esta manera, cambiando un personaje, se suaviza la historia si va destinada a un público infantil.
Como he dicho anteriormente, los Grimm tuvieron un error, y es que muchos de los cuentos que recopilaron, posiblemente no fuesen de tradición alemana, porque como vengo diciendo, no se puede saber cual es el origen de los cuentos. A pesar de ellos hicieron muchas ediciones y son los recopiladores más conocidos en toda Europa, de hecho Disney se basó en sus ediciones.
¡Quién me iba a decir qué iba a saber cual es el origen de algunas de las historias de Disney!
El nacionalismo también empujó a otros autores como Hoffmann. Adaptó cuentos alemanes y los llamó cuentos fantásticos.
En Dinamarca el genio del folclore fue Hans Christian Andersen (Segunda mitad del XIX). No tuvo éxito el Romanticismo pero sí el Realismo (poner por escrito y reflejar la realidad). Ya sabiendo que este autor se movió por esta época donde estaba de relieve el realismo, a simple vista se sabe que no van a ser cuentos para niños. No quiere decir que ellos no vivan la misma realidad que los adultos, sino que muchos de los hechos no los van a comprender.
Mas o menos la mitad de la obra de Andersen es propia, de autor como por ejemplo “La pequeña vendedora de fósforo” una historia de denuncia social. La otra mitad son adaptaciones muy personales de textos folclóricos, por ejemplo “La reina de las nieves”. Sus adaptaciones eran por gusto, no moralizantes.
En sus historias predominaba la tristeza por la vida que llevó, un ejemplo claro es “El patito feo” que es una biografía suya. Cuando era más pequeña no entendía muy bien este cuento. Ya de más mayor, me preguntaba el porque discriminar a un pobre pato. Siempre pensé que no era un cuento para niños, pero ahora que conozco el origen, entiendo el cuento y además confirmo que no es infantil, a no ser que se hiciese otro tipo de adaptación. Otra historia similiar a la del Patito feo, es “La sirenita” (no la de Disney). En ambas el mensaje que se deja ver es que la sociedad no te va a aceptar tal y como eres, sino que tienes que encontrar a alguien igual que tú.
Como curiosidad decir que el premio para el mejor autor de literatura infantil se llama “Premio Hans Christian Andersen”.
En España a principios del siglo XIX, destaca Cecilia Böhl de Faber, cuyo seudónimo era Fernán Caballero. Que triste tener que firman con un nombre masculino para que te reconociesen. Se dedicó a repopilar tanto textos en verso como en prosa. El objetivo de sus adaptaciones era hacerlo bonito.
En la segunda mitadl del XIX, además de Calleja, está el padre Coloma, que pensaba que se podía educar a los niños tanto en la escuela como en casa de una manera fácil a traves de los cuentos. Con lo cual lo que hizo fue coger cuentos folclóricos y adaptarlos para enseñar y moralizar. Se parece a Perrault en ese sentido aunque éste hacía moralizaciones sociales y Coloma religiosas.
Cambiaba los personajes. El dualismo bien-mal representado en lo folclórico por brujas y hadas, para Coloma serían demonios y ángeles. También remarcaba mucho los valores a pesar de que los cuentos folclóricos tienen personajes planos (un par de características).
Creo que podría tener razón el padre Coloma, porque la mayoría de los cuentos folclóricos tienen enseñanzas y si además se adaptan con el fin de educar, a lo mejor era una buena herramienta, pero para la época, más adelante ya habría que pensar en otros métodos.
(CONTINUACIÓN EN OTRA ENTRADA)

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