viernes, 15 de abril de 2011

Creación literaria

La creación literaria se puede hacer para y con los niños de infantil, algo muy interesante ya que ellos pueden colaborar perfectamente en la creación de sus libros fomentando así  la creatividad, aunque hay que decir que ya de por sí la desprenden.
Hay muchas formas de crear literatura, algunas de las estrategias o técnicas de creación pueden ser tomando como base una lluvia de ideas de los alumnos, una creación más dirigida donde directamente se les pregunta a los niños o un cuaderno o libro viajero aunque éste no se considera como literatura pero es muy gratificante para los niños ya que por un día son protagonistas (aunque deberían serlo a cada momento) porque cuentan lo que han estado haciendo durante el fin de semana con sus familias, además se realiza con la colaboración de éstas.
A partir de estas estrategias o técnicas, se pueden hacer cantidad de talleres chulísimos de creación en verso o en prosa que más delante expondré.
Si lo que queremos es crear historias para los niños, tendremos que tener en cuenta el círculo de análisis (receptor, emisor, estructura, tiempo y espacio, valores y contravalores, lenguaje, ilustraciones y tema). Una forma de que quede una historia con un tema muy bonito es escuchar a los niños cuando hablan entre ellos de manera libre o cuando se realizan las asambleas. Después se adapta al círculo de análisis y se le da una cierta identidad narrativa. Un ejemplo de esto es el libro “Enamorados”, aunque en este libro se les pregunto a los niños que qué era eso de enamorarse.
Es una posibilidad muy curiosa y además quedan historias increíbles porque emanan de conversaciones de los niños, y que mejor tema que el que es creado a partir de los protagonistas de esta literatura, la infantil. Si se hace de esta manera, muchas de las historias serán absurdas, pero es una de las características de la psicología de los niños, con lo cual serían adecuadas y además les encanta.
Ya he mencionado anteriormente que los niños son muy creativos, pero lo afirma Gianni Rodari en su libro “Gramática de la fantasía” y dice algo muy interesante y que las escuelas deberían tomárselo en serio: “la educación no debe frenar la creatividad”. Lleva toda la razón porque en muchos centros no se deja a los niños que experimenten y creen dejando volar su creatividad, sino que se les da todo hecho y por esto seguramente la mayoría se aburra, ¡qué pena!  Además en este libro también expone estrategias para crear literatura que puede servir de gran apoyo para tener una idea de cómo hacerlo en el aula y así poder motivar a los niños.
A continuación voy a exponer los dos talleres que realizamos en clase: de verso y de prosa. Decir que el verso se puede ver como un juego poético donde se pueden usar muchas figuras literarias (las más básicas, lógicamente, por estar trabajando con niños de infantil) y de esta manera hacer que el niño explore la función poética del lenguaje.
                                                          TALLER DE PROSA
1. El dibujo.
Sólo hay que mirar una ilustración, un mural, un dibujo… observar todo lo que aparece representado: qué hacen los personajes, dónde están, quiénes pueden ser… e inventar un cuento. Mediante una lámina preguntarles a los niños quien puede ser el protagonista de la historia y a partir de ahí comenzar una historia.

2. Secuencias.
Un poquito más difícil: una historia en imágenes secuenciadas debe servir de base para la historia. Se trata de “leerla” desde la iconografía y convertirla en texto oral. Que los niños vayan siguiendo la secuencia y se inventen la historia.

3. Historias mudas.
Se escogen una serie de ilustraciones que no tengan nada que ver. Se ordenan y se inventa una historia que las reúna todas.
Por ejemplo, pueden traer imágenes recortadas a clase y elegir algunas de ellas. Primero se pregunta a los niños que quienes son los personajes y luego se va haciendo la historia hilando unos con otros.
Con esta estrategia quedan unas historias muy chulas porque a pesar de no tener nada que ver los personajes, sí hay una historia hilada aunque salga absurda.
4. Binomio fantástico. (Gianni Rodari)
A partir de dos palabras sin relación aparente (ej. luz y cartera) se inventa una historia. Pero ¡ojo, hay que echarle mucha imaginación!
Por ejemplo con luz y zapatos: Margarita se compró unos zapatos y cuando llegó a casa encendió la luz y estaban estropeados.
5. Hipótesis absurda. (Gianni Rodari)
¿Qué ocurriría si las plantas, una mañana, comenzasen a hablar? Inventad nuevas hipótesis absurdas y haced la historia correspondiente:
(Esta mañana ha ocurrido algo muy extraño: las plantas hablaban. Los geranios de las ventanas cotilleaban sobre lo poco que los riega mamá y el poto del salón gritaba y gritaba que estaba harto de la televisión......)
Esta técnica es la base de muchas películas ya que los directores se hacen muchas preguntas y a partir de ahí se comienza la historia.

6. Minicuentos.
¿Has visto los cuentos de Calleja? Pues corta un folio en todas las mitades posibles  hasta hacerlo del mismo tamaño y escribe, con letra de chuleta, un cuento pequeñito. Puedes ilustrarlo, si quieres; a los niños les encantarán.
También lo pueden realizar los niños, al ser cuentos pequeños y manejables, les divertirá.
7. La liberación de mujer
Como sabéis, en la mayor parte de los cuentos populares, el papel de la mujer es siempre pasivo y ajustado a la visión tradicional (esperar al “príncipe” que la salve o se case con ella). Desde principios de siglo, la teoría literaria feminista ha propuesto revisar nuestros clásicos y hacer de las protagonistas, personajes activos en la historia. ¿Lo intentamos con uno cualquiera? Puede ser un cuento folclórico o una novela, o, incluso una película.
8. Cuentos múltiples por núcleos.
Dividid, cada uno, un folio colocado en vertical, en seis columnas iguales (bien medidas) y horizontales. Cortadlas dejando un margen de 5 centímetros a la izquierda. Escribid un cuento breve sobre el siguiente esquema: 1ª columna: Érase; 2ª columna: Que; 3ª columna: Cuando; 4ª columna: Entonces; 5ª columna: Se; 6ª columna: Y.        
Juntad todos los cuentos y unidlos por el margen de la izquierda. Podréis leer múltiples cuentos  si abrís los seis por lugares diferentes que correspondan a cuentos distintos. Por ejemplo: érase un osito que se asustó cuando vino el ogro. Entonces llamó a su mamá y se abrazó a ella y el ogro se fue.
Es importante saber que aunque al juntar los cuentos salgan absurdos, tienen coherencia porque todos empiezan por lo mismo.
9. Estructura de un cuento en otro espacio o tiempo.
¿Qué tal Alicia en el País de los Romanos? o ¿El Flautista de Hamelin en la Guerra Civil Española? Inventad más posibilidades y escribid el final de los cuentos.
Para infantil el tiempo no lo podemos modificar pero sí el espacio. Por ejemplo Los tres cerditos en la Luna.
10. Y ¿Después del cuento?
Estamos acostumbrados a que todos vivan felices y coman perdices pero ¿Qué pasó con los 7 enanitos después de la "resurrección" de Blancanieves? ¿Tendrían mucho hijos la princesita y el príncipe rana? Inventad más posibilidades y escribid el final de los cuentos.
11. Palabras nuevas en un cuento popular.
¿Qué pasaría con el cuento de Caperucita Roja si tuviésemos que meter en él las palabras "marketing", "audiovisuales" y "aeropuerto"? ¿Y con el cuento de los 7 cabritillos si en él apareciesen las "nuevas tecnologías", el "constructivismo" y un "cohete espacial"? Inventad más posibilidades y escribid los cuentos.
12. Cuentos al revés.
Los buenos pasan a ser malos y los malos buenos. Los feos, guapos y los guapos, feos. Los listos, tontos y los tontos, listos. ¿Cómo sería la historia de Negrocarbón y los 7 gigantes? Inventad más posibilidades y escribid los cuentos.
13. Apellidos.
No se trata de investigar en la genealogía familiar. Se trata simplemente de inventar  el escudo de nuestro apellido, dibujarlo e inventar la historia que justifique sus elementos. ¡Puede remontarse a la Edad Media! ¡Y hasta a la Prehistoria!
14. La bandera.
Arturo de Bretaña fundó Camelot, su país ideal: inventó su bandera, creó sus leyes y vivió su historia... Se trata de hacer lo mismo, pero sobre el papel, ¡no sobre la clase ni sobre los compañeros!
15. Biografías a partir del nombre.
¿Quién fue Vicente Nario? y ¿Leo Pardo? Y ¿María No? Y ¿L. Fante? Y ¿Robin Hood Crusoe? Y ¿Cállate Kid?... Inventad más posibilidades y escribid los cuentos.
16. Historias en primera persona.
¿Qué contarías si fueras un objeto de la vida cotidiana como una cafetera, un huevo, un bolígrafo o un tomate? Inventad más posibilidades y escribid el cuento.
17. El título metafórico.
Escoged un verso de un poeta surrealista, un verso extraño, metafórico y descontextualizado. A partir de él escribid una historia. ¿Qué tal "La tarde loca de higueras" o "En el presidio de una almendra esclava" o "En el insomnio de las cañerías olvidadas"?

Otras técnicas puede ser la de composición que trata de tener un par de imágenes, elegir una e inventar una historia haciendo un diálogo con el personaje.
La segunda son los pictogramas, que se puede hacer con pegatinas. El adulto debe leerlo primero con el niño y que éste vaya diciendo los dibujos. Es una manera más fácil de comprender el texto pero es conveniente hacerlo para canciones más que para una historia.

                                                          TALLER DE VERSO

1. ¿Cómo es? Comparaciones
Inventar comparaciones cómicas sobre objetos y personas del entorno. (El sol es como una galleta achicharrada que quema si la tocas.  La pizarra es como la pecera de los peces abisales. La profesora de literatura es como...)
La comparación va muy ligada a la letanía. Ésta consiste en decir en cada verso algo hablando de lo mismo y además acabar cada uno con un punto. Se usa mucho en infantil porque es una estructura sencilla.
En clase hicimos un ejemplo hablando del sol.
El sol es como un pollito.
El sol es como el oro.
El sol es como una pelota.
El sol es como un limón.
Así es el sol.
Tiene ritmo, repetición, comparación y letanía, es decir, figuras literarias. Con lo cual no es tan complicado como parece hacer poesía.
 2. Tantanes.
Crear (no recordar) chistes hiperbólicos del tipo:
- Era tan pequeño, tan pequeño, que se sentada en una peseta y le colgaban los pies.
- Tenía una nariz tan larga, tan larga, que la usaba para rascarse el ombligo.
3. La letra madre.
Elegir una letra y construir una frase en la que todas las palabras léxicas contengan esa letra.


4. Trabalenguas.
Inventar trabalenguas utilizando palabras con repetición de sonidos difíciles de discriminar.
(tra/tre/tri/tro/tru; bla/ble/bli/bli/blu; etc...)
5. Adivinanzas.
Pensar un objeto o una persona. Definirlo, sin nombrarlo, de modo que los demás puedan averiguarlo.
Una manera muy sencilla de hacer adivinanza es creando primero comparaciones quitando después es como. Un ejemplo:
El perro es como un guardia.                                             Es como:
El perro es como un amigo.                                                Un guardia,
El perro es como el terciopelo.                                          Un amigo,
                                                                                                 El terciopelo.             
                                                                                        ¿Qué es?
6. Pareados o rimas        
A estas alturas seguro que sabéis hacer un pareado. ¡A ver a quién le sale uno más divertido! ¿Y más romántico? ¿Y más...?
Es muy divertido hacer pareados con los nombres de los niños. Por ejemplo, Elena es una sirena.
7. Greguerías o metáforas
¿Os acordáis de la actividad nº1? Pues ahora se trata de hacer las mismas comparaciones, pero sin el "como". Podéis empezar quitándolo de las que ya tenéis y luego inventar otras nuevas.
Poniendo el ejemplo anterior del sol, quedaría de esta manera:
El sol es un pollito.
El sol es el oro.
El sol es una pelota.
El sol es un limón.
Así es el sol.
8. Letanías.
Ya podemos empezar a escribir poemas sencillos. Pensad un tema y componed cada verso con una frase corta que os sugiera. Cada frase debe acabar en punto. ¡Y está prohibida la rima! Por cierto, una letanía tiene, al menos, diez versos.

9. ¿Cómo te llamas?
Vamos a hacer un acróstico sencillito con las letras de vuestro nombre. Cada letra, en vertical, debe iniciar una palabra en horizontal. Intentad que las palabras tengan relación con vosotros. En clase hicimos este ejercicio con el nombre del compañero:
10. Acrósticos.
Seguimos haciendo versos sin rima. Pensad una palabra: objeto, animal, sentimiento...  escribid un acróstico, pero cada verso debe estar compuesto no ya de una palabra, como en la actividad anterior, sino de una oración cortita o de un grupo nominal. Hay que intentar que todos los versos tengan relación con la palabra elegida: que sirvan para describirla o que la sugieran, que expresen lo que os hagan sentir...
11. Caligramas.
Un caligrama es un poema visual, un poema en el que, por medio de las palabras, se dibuja el objeto del que se habla. Cuando se trata de algo inmaterial, se dibuja un símbolo (beso = labios; paz = paloma...)

12. Repeticiones.
Sabéis lo que es un estribillo... Inventad un verso que vaya a servir como estribillo de vuestro poema. Si todavía os da un poco de miedo escribir poesía, escribid vuestro poema de repeticiones con el siguiente esquema: estribillo + verso + estribillo + verso + estribillo...
Si os atrevéis juntad tres o cuatro versos entre estribillo y estribillo.
No intentéis rimar. El ritmo de la repetición y la rima del estribillo ya es bastante para que resulte poético. No olvidéis, tampoco, la comparación, la hipérbole, la aliteración y la metáfora trabajadas en las primeras actividades.

13. Poema de preguntas.
El poema se compondrá de un verso interrogativo y el siguiente como respuesta. Así, sucesivamente. Un ejemplo que hicimos en clase fue el siguiente:
Hoy llueve mucho.
¿Por qué llueve mucho?
Porque los ángeles están tristes.
¿Por qué los ángeles están tristes?
Porque el viento está nervioso.
¿Por qué el viento está nervioso?
Porque el sol está cansado.
¿Por qué el sol está cansado?
Porque hoy llueve mucho.

14. Encadenamiento o versos encadenados.
Encadenar frases es de lo más sencillo: la segunda comienza con la palabra con la que terminó la primera. Encadenar versos es igual de sencillo si entendéis por verso una oración acabada en punto. Y recordad: olvidáis de la rima.
15. Recreación de poemas.
Buscad un poema cortito. Si cambiéis el sujeto del poema por otra persona, animal u objeto, deberéis cambiar otras palabras relacionadas con esta. ¿Qué tal os ha quedado?
16. Enredar poemas.
Dos poemas breves se pueden enredar en uno solo, compuesto por versos descolocados de los otros dos.
17. Poema absurdo.
Los poemas absurdos, a parte de presentar un contenido absolutamente extraño, introducen como versos o como elementos de sus versos números, onomatopeyas, recortes de revistas... incluso dibujos. Leed los poemas "Me aburro" y "Buster Keaton..." de Rafael Alberti para haceros una idea. Escribid un poema absurdo.
Poner rima a un poema absurdo es algo así como ponerle una minifalda a un futbolista.
18. Poema sobre canción.
Elegid una canción. Fijáos en sus versos. Se trata de cambiar la letra a una canción contando con el ritmo de la música. Aquí sí que puede haber rima, normalmente asonante, porque muchas veces lo exige la canción.

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